¡Apasiónate y Vive tu Vida!

Cada vez hay menos gente que vive su vida al máximo, que hace lo que quiere y que da todo lo que tiene como persona para lograr sus metas. Gente que vive muerta, pues vive sin apasionarse por lo que hace. ¿De qué nos sirve estar vivos si no nos me apasiona vivir?

El apasionarse es hacer todas las cosas que nos gustan de la vida, sacando lo mejor de nosotros. Cuando dejamos a un lado todo lo que nos está ocurriendo, en el momento, para disfrutar esos pequeños instantes que nos hacen sentirnos invencibles; momentos con pinceladas de felicidad ilimitada. La pasión es un sentimiento sumamente intenso que puede llegar a dominar nuestra voluntad y nuestros sentimientos. Es aquel sentimiento que nos hace correr el kilómetro extra, que nos hace quedarnos una hora más aprendiendo, que nos hace brincar y bailar cuando escuchamos aquella canción que tanto nos gusta.

La pasión es eso que nos hace sentirnos más vivos, eso que le da más significado y valor a las cosas que hacemos en nuestra vida diaria. El apasionarse puede llenar nuestra vida de momentos felices, al igual que momentos tristes, pues la pasión no solo viene anexada de los sentimientos positivos que viven en nosotros; por eso es bueno aprender a controlar nuestras pasiones, antes de que nos controlen a nosotros mismos. El amor es uno de los sentimientos más grandes y directamente ligado con la pasión, van de la mano.

Todos tenemos algo que nos apasiona, algo que nos eriza la piel y que nos provee esos escalofríos positivos en nuestra anatomía. Todos podemos ser tan (distantemente) diferentes y a la vez podemos llegar a ser tan (intensamente) iguales pues todos necesitamos algo por que vivir, sea por nosotros, por algún otro ser o por alguna otra cosa en este mundo. Debemos sentir ese deseo de poder más, de hacer más, de que somos más de lo que nuestra piel da a conocer a los demás. Somos seres capaces de hacer lo que sea y nos propongamos. Podemos ver el mundo a nuestra manera y podemos sobrevivir cualquier catástrofe que la vida nos interponga. Somos invencibles y nadie nunca será mejor para nosotros que nosotros mismos.

Nuestra percepción lo cambia todo, pues podemos vivir una vida “normal” al no apasionarnos con todo lo que hacemos o podemos vivir una vida excepcional al apasionarnos con cada paso y con cada latido que demos. Depende de nosotros mismos cómo queremos vivir nuestras vidas, qué queremos dar de nosotros mismo y cuanto estamos dispuestos a dar por lo que queremos.

¡Apasiónate y vive tu vida al máximo! ¡Apasiónate y contagia a los demás! ¡Apasiónate y nunca dejes que el conformismo nuble tu vista! ¡Apasiónate, haz lo que amas y ama lo que haces! ¡Apasiónate y demuéstrale al mundo que nadie nunca te va a quitar eso, esa pasión que te hace más tú, que te hace feliz, que te hace vivir! Y recuerda que vivir sin apasionarse es como nunca haber vivido.

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