Narrando Suspiros

Hoy en día me siento bien. Estoy mucho más en paz, calma y tranquilidad que hace unos cuantos días. Es interesante como es la vida y como nos comportamos día con día. Un día me puedo estar sintiendo la persona más despreciable del planeta y otro día me siento invencible, como si fuera capaz de hace cualquier cosa en este mundo, como si no existiera nada ni nadie que me pudiera frenar. La clave está en como nos vemos a nosotros mismos. Como nos vemos a nosotros define nuestros estados de ánimo, nuestros comportamientos y nuestra manera de ver la vida. Si nosotros nos vemos de un lado negativo, vamos estar trayendo cosas negativas a la vida, en contraparte, si nosotros nos vemos de un lado positivo y optimista, vamos a atraer puras cosas positivas a nuestro diario vivir. Lo que siento es lo que hago, lo que hago es lo que me define como persona, entonces lo que siento es lo que me define como individuo y es lo que me diferencia a las demás personas que me rodean. Claro que la vida ti

Te vi, se me fue el aliento, me volví analfabeta y enmudecí. No supe que hacer, solamente te vi y me viste. Venías con un rostro de pocas emociones, con gestos inmóviles y al cruzar las miradas, vi como cambiaron tus labios de una luna nueva a un cuarto menguante. Vi cómo se iluminaron tus ojos y sentí tu corazón palpitar con mucho más fuerza. Te vi. Mi cuerpo no sabía como reaccionar, mi mente no sabía que decir y mi corazón no sabía que sentir. Tú, en tu tranquilidad, con tu mirada sincera y tus labios tímidos, sonreías sin saber que dentro de mi se prendía una llama de felicidad al verte. Tú, tan inocente, sin saber que dentro de mi solamente existían las palabras "te extraño", "necesito un abrazo tuyo", "no te vayas" y miles expresiones más que te hubieran pedido quedarte. Te vi y no quería que se terminará el tiempo. Anhelaba eternidad en tu presencia, me quería bañar en la inmensidad de tu mirada y quería grabar por siempre la hermosa melodía que

No importa que pase con nuestras vidas o los caminos que el destino nos interponga frente a nosotros, pues yo siempre te sonreiré. Tal vez por el momento no comprendo qué fue lo que pasó, ni qué te hizo cambiar de parecer y sin importar la respuesta yo siempre te sonreiré. Fuiste una buena persona conmigo, tal vez no tuvimos mucho tiempo para conocernos, pero conocí un poco de tus gustos, tus manías, tus miedos y tus sonrisas y te puedo decir que eres y siempre serás una persona hermosa. No solo por como te vez, si no por como te sientes, por tu esencia, tu forma de ver la vida y tu gran sed por ayudar a los demás. No te deseo ningún mal, al contrario, espero que seas muy (pero muy) feliz con todo lo que hagas en tu vida y que encuentres a esa persona que yo quería ser (y que espero yo pueda volver a ser esa persona para ti). Siempre te sonreiré, pues llenaste mis días de paz y calma, me regalaste abrazos honestos e intercambiamos miradas sinceras. Soy feliz, pues tuve la gran fort

El amor también se demuestra dejando ir. Es un poco doloroso, pero claro que hay amor cuando se deja ir. Cuando uno comienza a sentir algo por otra persona, firma un contrato de hacer feliz a esa persona a pesar de todo . A pesar de que no esté con uno, a pesar de que no viva en el mismo lugar, a pesar de que yo quiero que esté conmigo, a pesar de la distancia y del tiempo, pues el amor no pone límites y, mucho menos, es egoísta. Querer a esa persona es querer verla feliz, querer que haga lo mejor de su vida, querer que esa persona crezca y querer ayudar a esa persona a realizar sus metas y sus sueños. Se tiene un compromiso con esa persona para hacerla feliz indiscutiblemente e indudablemente, pues uno busca lo mejor para la otra persona. Tal vez y en este momento no estés completamente segura de que quieres, ni de lo que sientes y menos de lo que piensas, pero yo siempre estaré aquí para ti. Te dejaré ir a donde tengas que ir, sin dejarte ir de mi vida. Si decides que vas a se

Cada vez hay menos gente que vive su vida al máximo, que hace lo que quiere y que da todo lo que tiene como persona para lograr sus metas. Gente que vive muerta, pues vive sin apasionarse por lo que hace. ¿De qué nos sirve estar vivos si no nos me apasiona vivir? El apasionarse es hacer todas las cosas que nos gustan de la vida, sacando lo mejor de nosotros. Cuando dejamos a un lado todo lo que nos está ocurriendo, en el momento, para disfrutar esos pequeños instantes que nos hacen sentirnos invencibles; momentos con pinceladas de felicidad ilimitada. La pasión es un sentimiento sumamente intenso que puede llegar a dominar nuestra voluntad y nuestros sentimientos. Es aquel sentimiento que nos hace correr el kilómetro extra, que nos hace quedarnos una hora más aprendiendo, que nos hace brincar y bailar cuando escuchamos aquella canción que tanto nos gusta. La pasión es eso que nos hace sentirnos más vivos, eso que le da más significado y valor a las cosas que hacemos en nuestra vid

Yo sé que la vida son altibajos y que no siempre se obtiene lo que uno quiere, pero a veces es muy difícil aceptar que uno pueden caer tan bajo en tristezas y en depresiones que uno mismo se inventa. Lo malo de la tristeza es que cada individuo crea las suyas, cuando, en si, no deberían ni siquiera existir, pues la felicidad es una actitud, una opción y un regalo que nos debemos de dar día con día a nosotros mismos. A veces podemos ser las personas más antipáticas con nosotros mismos, pues nos conocemos a la perfección y sabemos las miles de cosas que hemos hecho y cuan miles más no hemos sido capaces de hacer. Las tristezas, las depresiones, los malos pensamientos, todo lo negativo que le inyecto a mi vida me está carcomiendo poco a poco y me está volviendo adicto a sus abrazos fríos. Una adicción a la tristeza que no me quiere dejar ir, que quiere que me hunda en ella y que quiere consumir el fuego de mi vida. No puedo dejar que esto pase, no puedo dejar que me consuma por completo

Hubiera ido, hubiera dicho, hubiera actuado, hubiera acabado, hubiera hecho, hubiera aprovechado, hubiera vivido… La vida está llena de decisiones, de caminos que tomar, de tiempo que aprovechar y a veces, por razones del destino, nos quedamos sin hacer las cosas que queremos hacer. Nos gustan las cosas fáciles, los caminos cortos, el no batallar, cuando la vida nos pide un poco de sacrificio, un empujón más para poder llegar hacía donde vamos encaminados. Lo hubiera hecho pero preferí dormir, hubiera ido al gimnasio pero preferí ver la tele, hubiera estudiado pero preferí poner mi tiempo en otras cosas. El hubiera, un residuo de lo que nunca más pudimos hacer, un recordatorio de lo débiles que podemos llegar a ser, una señal de que debemos dar más de nosotros en el presente. No debemos mirar al pasado y ver lo débiles que fuimos, debemos mirar hacia el presente y ver lo fuertes que podemos ser para nuestro futuro, con nuestras acciones y nuestra voluntad. Las cosas son ah