Narrando Suspiros

Hoy estoy de regreso en mi ciudad natal, en mi hermoso Monterrey. Después de un viaje de 4 horas con un amigo, por fin me encuentro en está bella ciudad rodeada de montañas, amigos y buenos momentos. Gracias a Dios todo estuvo bien en la carretera (a parte de manear a 160 k/hr). Tantas buenas memorias, excelente amigos y hermosos lugares, no hay ciudad que signifique más para mi, en este mundo, que la ciudad en la que estoy. Viví 18 años de mi vida aquí, tuve mi primer novia, mis mejores amigos de toda la vida y la mayor parte de mis familiares se encuentran aquí. Hoy comenzaré por ir a provar un restaurante Español que trajo un amigo y pues veremos como se van dando las cosas. Hay un concierto o tal vez iremos de antro, eso les cuento mañana. Me siento feliz, las montañas me encantan y me hacen sentir de lo mejor. Ya no pienso tanto en el ayer, pues el hoy estará demasiado divertido y tengo que disfrutar de cada momento que tenga. Hay muchas cosas por vivir muchas cosas por desc

Ya basta de sentirme mal, de sentirme triste, de estos insomnios interminables, de este vacío interior. Tengo una vida, lo sé, y por eso le pongo un alto a las tristezas, un alto a la depresión, un alto a mi dolor, pues este camino ya no lo pienso recorrer. No hay mejor manera de ser feliz que solamente siendo feliz. Haciéndome feliz con las cosas que me gustan, con mi música, con mis letras, ayudando a la gente, sonriendo cada día un poco más fuerte e irradiando buena vibra a todas las personas. Ya basta de bajarme el autoestima, de hacerme sentir mal yo mismo. Tengo toda una vida por delante, tengo muchas cosas por vivir, por experimentar, por explorar y descubrir. No quiero pasar mi vida entera siendo una persona triste, al contrario soy una persona muy optimista y por eso mismo me saca de onda el hecho de que me sienta tan mal y tan triste. He salido de cosas peores, he sobrevivido cosas que han estado a un segundo de quitarme la vida, obviamente podré sobrevivir lo que viene.

Es de noche y siempre en las noches me haces más falta. Me hace demasiada falta saber de ti, saber cómo estás, saber que ha sido de ti, cómo va tu vida, que has hecho y más que nada quisiera saber si es que me extrañas como yo te extraño a ti. Quisiera que estuviéramos bien, que dejemos el pasado donde pertenece y que nos demos la oportunidad de volver a ser lo que un día fuimos, inseparables. Quisiera estarte platicando sobre mis días, sobre cómo me ha ido en la playa, sobre la novia de mi hermano, sobre como se ven las estrellas desde el balcón de mi cuarto y sobre todo lo que le he contado a la luna de ti. Extraño escuchar tu voz. Tú sabes el poder que tiene tu voz sobre mi, el poder de hacerme sonreír sin tenerte cerca, de hacerme sentir lleno y más que todo el poder de llenarme de paz, calma y tranquilidad. Me hace mucha falta escuchar tu risa, tu risa que hoy en día me imagino en cada brisa. Extraño escuchar tus días, escuchar cómo te iba al vivir, que comías y extraño escuch

Hoy me encontraba caminando solo. Caminaba por la orilla de la playa, escuchando las olas del mar romper y el viento correr en mi contra. Caminaba solo, no había nadie a mi lado, nadie que me acompañara. Mis manos sentían la falta de otras manos, tus manos. ¿Pero cómo es posible que me hicieran falta tus manos si nunca he tenido la dicha de entrelazar mis dedos con los tuyos? Caminaba solo, en soledad, pues no ibas conmigo ni a mi lado, ni en mi mente. Miraba como pasaba la gente. Gente sonriendo, gente jugando, gente nadando, gente tomando, gente riendo y gozando de la vida y justo en ese momento caminaba sólo un ente finado por dentro, que por fuera tenía una mascara de indiferencia hacía la vida. Caminaba buscando reconocer algún rostro, pero ni reconocí el mío en el reflejo del mar. Caminaba pensando lo que es de mi vida. Me vine a la playa con mis padres y mi hermano, quien trajo a su novia, y bueno yo siendo el mal quinto. Viendo a mi hermano con su pareja y a mis padres junt

Viene la noche y esta trae consigo mil y un preguntas sin contestar. Preguntas que no aún no logro y ni quiero contestar. Entre más obscura sea la noche más profundas son las incógnitas de mi vida. ¿Cómo has estado? ¿Qué ha sido de ti? ¿Cómo va tu vida? ¿Cómo estará tu verano? ¿Pensará en mi? ¿Me extrañará? ¿Que haré con mi vida? ¿Quien soy? ¿Cuando seré realmente feliz? Quiero saber de ti, quiero saber de mi, quiero saber de mi futuro, de mi presente y de mi pasado, quiero saber si algún día acabará esta soledad, este insomnio, este dolor... Me duele mucho, me duele acostarme y no haber sabido nada de ti en todo el día. Cada día me duele más, cada día se me juntan más las preguntas y las dudas me empiezan a rodear. Tanto pienso en ti al tratar de dormir que, cuando mi cuerpo se rinde y por fin logro dormir, sueño contigo. He soñado contigo los últimos días y no te lo he dicho. Claro que tengo la esperanza de que me leas. Quisiera que estas palabras no quedaran en vano,

¿Y ahora qué se supone que haré con mi vida? ¿Qué es lo que sigue? Desde que ya no estás en mi vida las cosas han ido muy lentas, los tragos muy amargos y las noches son aún más largas. No he podido dormir bien pues me la paso la noche pensando en ti, ¿Cómo quieres que no piense en ti? Si tú fuiste mi vida, lo sigues siendo y no hay manera en que lo pueda hacer saber. Me hiciste feliz, pensé que nos íbamos a casar y que íbamos a ser felices por siempre. Íbamos... Ahora ya no sé que hacer con mi vida. Para serte sincero, tú siempre fuiste lo más verdadero. Cuando veía a futuro, nunca me veía haciendo algo o logrando algo, siempre me veía a tu lado. Muero lentamente al igual que ese futuro y no sé que me depara en la vida. Sé que no debería de estar pensando así, sé que me debería de aconsejar en salir adelante, en seguir con mi vida, pero sinceramente no puedo y no quiero. No sabes como me duele ver parejas, ver como ellos si pudieron salir adelante y nosotros no pudimos. Yo