Caminando Solo...
Hoy me encontraba caminando solo. Caminaba por la orilla de la playa, escuchando las olas del mar romper y el viento correr en mi contra. Caminaba solo, no había nadie a mi lado, nadie que me acompañara. Mis manos sentían la falta de otras manos, tus manos. ¿Pero cómo es posible que me hicieran falta tus manos si nunca he tenido la dicha de entrelazar mis dedos con los tuyos?
Caminaba solo, en soledad, pues no ibas conmigo ni a mi lado, ni en mi mente. Miraba como pasaba la gente. Gente sonriendo, gente jugando, gente nadando, gente tomando, gente riendo y gozando de la vida y justo en ese momento caminaba sólo un ente finado por dentro, que por fuera tenía una mascara de indiferencia hacía la vida. Caminaba buscando reconocer algún rostro, pero ni reconocí el mío en el reflejo del mar.
Caminaba pensando lo que es de mi vida. Me vine a la playa con mis padres y mi hermano, quien trajo a su novia, y bueno yo siendo el mal quinto. Viendo a mi hermano con su pareja y a mis padres juntos, llegaron a mi muchas tristezas sobre mi situación y llegue a la mohína conclusión que tal vez iba a terminar como me encuentro, sólo y triste. Sólo, sin ti a mi lado, sin ti en mi vida, sin sentir los latidos de mi corazón, con el pesar del mundo detrás y el pesar del presente sin rumbo.
Para la demás gente solamente era una persona más caminando por la orilla de la playa. Un hombre misterioso e indistinto más. Si tan solo la gente me conociera y viera la persona que puedo ser, pero es que a veces prefiero que nadie me conozca, que nadie entre a mi vida, así achico la posibilidad de que alguien más me hiera. He dejado de confiar en la gente, en las mujeres y en los hombres por igual.
Caminaba solo, caminaba sin rumbo, sin sentido, sin un motivo, solamente caminaba por no estar viendo que mi hermano y mi papá tenían pareja y yo no. Todas las actividades son de dos personas, una tercera o una quinta persona siempre sale sobrando y esta vez yo fui el exceso del momento. Tal vez y no lo era y eso me sentí, dada mi situación, pero ¿cómo es posible que me sienta bien al haberte perdido?
Me encontraba caminando solo, caminando sin ti, caminando sin mi...
SuspirosAlAire
Caminaba solo, en soledad, pues no ibas conmigo ni a mi lado, ni en mi mente. Miraba como pasaba la gente. Gente sonriendo, gente jugando, gente nadando, gente tomando, gente riendo y gozando de la vida y justo en ese momento caminaba sólo un ente finado por dentro, que por fuera tenía una mascara de indiferencia hacía la vida. Caminaba buscando reconocer algún rostro, pero ni reconocí el mío en el reflejo del mar.
Caminaba pensando lo que es de mi vida. Me vine a la playa con mis padres y mi hermano, quien trajo a su novia, y bueno yo siendo el mal quinto. Viendo a mi hermano con su pareja y a mis padres juntos, llegaron a mi muchas tristezas sobre mi situación y llegue a la mohína conclusión que tal vez iba a terminar como me encuentro, sólo y triste. Sólo, sin ti a mi lado, sin ti en mi vida, sin sentir los latidos de mi corazón, con el pesar del mundo detrás y el pesar del presente sin rumbo.
Para la demás gente solamente era una persona más caminando por la orilla de la playa. Un hombre misterioso e indistinto más. Si tan solo la gente me conociera y viera la persona que puedo ser, pero es que a veces prefiero que nadie me conozca, que nadie entre a mi vida, así achico la posibilidad de que alguien más me hiera. He dejado de confiar en la gente, en las mujeres y en los hombres por igual.
Caminaba solo, caminaba sin rumbo, sin sentido, sin un motivo, solamente caminaba por no estar viendo que mi hermano y mi papá tenían pareja y yo no. Todas las actividades son de dos personas, una tercera o una quinta persona siempre sale sobrando y esta vez yo fui el exceso del momento. Tal vez y no lo era y eso me sentí, dada mi situación, pero ¿cómo es posible que me sienta bien al haberte perdido?
Me encontraba caminando solo, caminando sin ti, caminando sin mi...
SuspirosAlAire
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