Un Paso Más Hacía La Felicidad
A veces no entiendo que es lo que tengo que hacer para realmente estar vivo. Siento como si solamente estuviese estando y no viviendo. Como si solamente estoy sobreviviendo lo que me pasa día a día y nada extraordinario para en mi vida.
¿Quién en este mundo nunca se ha puesto a pensar sobre su vida de un punto existencial? Es obvio que todos pensamos quienes somos, de donde venimos y a donde vamos, todos tenemos ese tipo de preguntas, pues esa es la naturaleza humana. Queremos tratar de darle un significado, un porque a todas las cosas, cuando muchas veces no queremos saber esas respuestas que resonaran por siempre dentro de nosotros.
No sé, en verdad a veces no sé que es la vida. Sí estoy consiente que es el hecho de estar vivo, pero estar vivo conlleva mucho más cosas que respirar y tener funcionando los órganos de nuestros cuerpos. Hay días en los que me siento muerto en vida, como si viera pasar mi vida ante mis ojos y no pudiera hacer nada al respecto. Días en los que siento que mi vida no es más que otra carta olvidada en algún cajón, no más que un secreto que se llevo el viento. Días en los que no sé ni como empezar a tratar de sobrevivir. Tal vez y es mi zona de confort, mi ociosidad o mi flojera, no lo sé, pero sí sé que me está carcomiendo poco a poco por dentro.
También está el hecho de que ya no estás en mi vida. Desde que te fuiste he tenido tantas cosas que contar y no hay nadie interesado en escuchar, paso desapercibido entre la gente. Eras la luz de la luna, el calor del sol y la armonía en mi música y con tu partida se ausento la razón para los latidos de mi corazón. Yo sé que exagero mucho, pero es como si arrancan un árbol de la tierra, la raíz se lleva consigo un pedazo del lugar donde estuvo plantado, de la misma manera tú estabas enraizada a mi corazón y te llevaste un gran pedazo de él cuando te fuiste de mi vida.
No le puedo echar la culpa a todo lo que últimamente me ha pasado, pues no soy ningún víctima, ni un mártir, solo que a veces me hace sentirme bien creer que no soy yo el problema en mi vida. Vida que me ha subido y bajado como ha querido, vida que me ha dado y quitado lo que ha querido, vida que me ha golpeado y enseñado... En fin, soy yo el culpable de mi estancamiento en viejos recuerdos. Es difícil dejarte ir, es dejar ir la vida que alguna vez soñé a tu lado, es dejar ir la felicidad que alguna vez añore a tu lado y es dejar ir esos sueños que tanto anhelamos juntos.
Es mi turno de vivir, es mi turno de disfrutar. Entiendo que siempre digo este tipo de cosas, pero tengo que repetírmelas día con día para que pueda hacer todo eso realidad. Tengo que ser yo quien me ayude a salir de aquí, pues yo me metí en este agujero. Tengo que ser yo quien me cuide, quien me de el amor que necesito, quien me acompañe a todo lado que vaya, quien me empuje a hacer lo imposible y más que nada, tengo que ser yo quiero el que de el primer paso y, después de ese, de un paso más hacía la felicidad.
SuspirosAlAire
¿Quién en este mundo nunca se ha puesto a pensar sobre su vida de un punto existencial? Es obvio que todos pensamos quienes somos, de donde venimos y a donde vamos, todos tenemos ese tipo de preguntas, pues esa es la naturaleza humana. Queremos tratar de darle un significado, un porque a todas las cosas, cuando muchas veces no queremos saber esas respuestas que resonaran por siempre dentro de nosotros.
No sé, en verdad a veces no sé que es la vida. Sí estoy consiente que es el hecho de estar vivo, pero estar vivo conlleva mucho más cosas que respirar y tener funcionando los órganos de nuestros cuerpos. Hay días en los que me siento muerto en vida, como si viera pasar mi vida ante mis ojos y no pudiera hacer nada al respecto. Días en los que siento que mi vida no es más que otra carta olvidada en algún cajón, no más que un secreto que se llevo el viento. Días en los que no sé ni como empezar a tratar de sobrevivir. Tal vez y es mi zona de confort, mi ociosidad o mi flojera, no lo sé, pero sí sé que me está carcomiendo poco a poco por dentro.
También está el hecho de que ya no estás en mi vida. Desde que te fuiste he tenido tantas cosas que contar y no hay nadie interesado en escuchar, paso desapercibido entre la gente. Eras la luz de la luna, el calor del sol y la armonía en mi música y con tu partida se ausento la razón para los latidos de mi corazón. Yo sé que exagero mucho, pero es como si arrancan un árbol de la tierra, la raíz se lleva consigo un pedazo del lugar donde estuvo plantado, de la misma manera tú estabas enraizada a mi corazón y te llevaste un gran pedazo de él cuando te fuiste de mi vida.
No le puedo echar la culpa a todo lo que últimamente me ha pasado, pues no soy ningún víctima, ni un mártir, solo que a veces me hace sentirme bien creer que no soy yo el problema en mi vida. Vida que me ha subido y bajado como ha querido, vida que me ha dado y quitado lo que ha querido, vida que me ha golpeado y enseñado... En fin, soy yo el culpable de mi estancamiento en viejos recuerdos. Es difícil dejarte ir, es dejar ir la vida que alguna vez soñé a tu lado, es dejar ir la felicidad que alguna vez añore a tu lado y es dejar ir esos sueños que tanto anhelamos juntos.
Es mi turno de vivir, es mi turno de disfrutar. Entiendo que siempre digo este tipo de cosas, pero tengo que repetírmelas día con día para que pueda hacer todo eso realidad. Tengo que ser yo quien me ayude a salir de aquí, pues yo me metí en este agujero. Tengo que ser yo quien me cuide, quien me de el amor que necesito, quien me acompañe a todo lado que vaya, quien me empuje a hacer lo imposible y más que nada, tengo que ser yo quiero el que de el primer paso y, después de ese, de un paso más hacía la felicidad.
SuspirosAlAire
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