Estoy Tratando
Nunca he dicho que soy la mejor persona del mundo, ni siquiera me he considerado ser una buena persona, al contrario, siempre digo que quiero y trato de ser una buena persona. Sé que como humano voy a ser el peor juzgándome a mí mismo, pero ¿cómo quieren que no lo sea si bien sé todo lo que he hecho y todo lo que he pensado? No quiero ser muy recio conmigo mismo, pero las cosas no se ven muy claras para mí, ni para mi futuro, pues he llegado a otro paradero de indecisiones y confusión.
No sé qué paso dar, no sé a dónde dirigirme, no se qué tanto esperar. Cierto, he dicho que lo bello de esta vida es no saber qué es lo que nos va a suceder en un futuro desconocido, pues la vida no tendría sentido si supiéramos de antemano lo que fuéramos a vivir, pero a veces solamente quisiera que hubiera una señal o una flecha que me diga si seguir adelante o si tomar la tangente.
Me he defraudado a mí mismo, he defraudado a mi yo de hace 5 años y, peor aún, he defraudado a mi yo de hace 10 años. No soy la misma persona, tal vez y he perdido un poco el camino, pero sinceramente no creo eso, pues creo que no hay mejor camino que el que estamos. Por algo estoy así, por algo me encuentro donde estoy, por algo he pasado todo lo que he tenido que sobrellevar, no es casualidad, es causalidad y hay algo detrás de todos esos aspectos de mi vida que aborrezco, tal vez un plan que aún no soy lo suficientemente capaz de comprender y aceptar. No lo sé, pero eso no me ayuda a quitarme la incógnita sobre mis futuras decisiones.
Todo, exactamente todo, lo que he pasado en mi vida, ha sucedido dentro de mí. Todo lo que veo, todo lo que pienso, todo lo que siento, todo lo que escucho, lo que hablo, lo que guardo, lo que sueño, todo eso está dentro de mi ser y sólo yo lo he vivido. Toda esa recopilación de sucesos están guardados dentro de mí y nadie jamás entenderá el porqué de lo que hago, creo que ni yo lo voy a entender y tal vez ese es el problema más grande, el querer entender lo ininteligible.
Siempre le quiero buscar el porqué a las cosas, soy un diálogo socrático conmigo mismo, siempre preguntándome de todo y rechazando cualquier indicio de verdad que pueda surgir de mí, haciendo más caso a fuentes externas que a mi ser interno. Solo no puedo llegar a ninguna parte, necesito de los demás, pero ¿hasta qué punto? ¿Qué tanto estoy dispuesto a aceptar? ¿Qué tan abierto estoy al pensamiento de un ser ajeno a mí? ¿Qué tanto es verdad? ¿Qué tanto es expuesto para hacerme sentir bien? ¿Quién será honesto y veraz?
No soy una mala persona. Trato de ayudar a los que desconozco brindando unas palabras de ayuda, un hombro para llorar y un oído para escuchar, pero todo eso no basta. Siento que la balanza se ha descompensado a favor de mis defectos y, por eso, una vez más he caído al lado de mis imperfecciones y mis carencias.
Me valoro lo necesario para seguir adelante, me quiero a destiempo, me ayudo a tiempos fortuitos y hasta soy feliz de ser quién soy, pues entiendo que soy exactamente quien debo ser, pero eso no justifica el daño, los errores, las caídas, los defectos, las mentiras, la falsedad, la hipocresía y de más.
Tal vez tenga que reformar mi ser, corrigiendo mis errores, rectificando mis ideales y perfeccionando mi percepción humana. Aún tengo mucho trabajo que hacer sobre mí, mucho que tengo que cambiar y retocar para llegar a ser la persona que he sido llamado a ser. No soy mala persona, estoy tratando, estoy dando lo mejor de mí y te prometo que mis intenciones no son malas.
No sé qué paso dar, no sé a dónde dirigirme, no se qué tanto esperar. Cierto, he dicho que lo bello de esta vida es no saber qué es lo que nos va a suceder en un futuro desconocido, pues la vida no tendría sentido si supiéramos de antemano lo que fuéramos a vivir, pero a veces solamente quisiera que hubiera una señal o una flecha que me diga si seguir adelante o si tomar la tangente.
Me he defraudado a mí mismo, he defraudado a mi yo de hace 5 años y, peor aún, he defraudado a mi yo de hace 10 años. No soy la misma persona, tal vez y he perdido un poco el camino, pero sinceramente no creo eso, pues creo que no hay mejor camino que el que estamos. Por algo estoy así, por algo me encuentro donde estoy, por algo he pasado todo lo que he tenido que sobrellevar, no es casualidad, es causalidad y hay algo detrás de todos esos aspectos de mi vida que aborrezco, tal vez un plan que aún no soy lo suficientemente capaz de comprender y aceptar. No lo sé, pero eso no me ayuda a quitarme la incógnita sobre mis futuras decisiones.
Todo, exactamente todo, lo que he pasado en mi vida, ha sucedido dentro de mí. Todo lo que veo, todo lo que pienso, todo lo que siento, todo lo que escucho, lo que hablo, lo que guardo, lo que sueño, todo eso está dentro de mi ser y sólo yo lo he vivido. Toda esa recopilación de sucesos están guardados dentro de mí y nadie jamás entenderá el porqué de lo que hago, creo que ni yo lo voy a entender y tal vez ese es el problema más grande, el querer entender lo ininteligible.
Siempre le quiero buscar el porqué a las cosas, soy un diálogo socrático conmigo mismo, siempre preguntándome de todo y rechazando cualquier indicio de verdad que pueda surgir de mí, haciendo más caso a fuentes externas que a mi ser interno. Solo no puedo llegar a ninguna parte, necesito de los demás, pero ¿hasta qué punto? ¿Qué tanto estoy dispuesto a aceptar? ¿Qué tan abierto estoy al pensamiento de un ser ajeno a mí? ¿Qué tanto es verdad? ¿Qué tanto es expuesto para hacerme sentir bien? ¿Quién será honesto y veraz?
No soy una mala persona. Trato de ayudar a los que desconozco brindando unas palabras de ayuda, un hombro para llorar y un oído para escuchar, pero todo eso no basta. Siento que la balanza se ha descompensado a favor de mis defectos y, por eso, una vez más he caído al lado de mis imperfecciones y mis carencias.
Me valoro lo necesario para seguir adelante, me quiero a destiempo, me ayudo a tiempos fortuitos y hasta soy feliz de ser quién soy, pues entiendo que soy exactamente quien debo ser, pero eso no justifica el daño, los errores, las caídas, los defectos, las mentiras, la falsedad, la hipocresía y de más.
Tal vez tenga que reformar mi ser, corrigiendo mis errores, rectificando mis ideales y perfeccionando mi percepción humana. Aún tengo mucho trabajo que hacer sobre mí, mucho que tengo que cambiar y retocar para llegar a ser la persona que he sido llamado a ser. No soy mala persona, estoy tratando, estoy dando lo mejor de mí y te prometo que mis intenciones no son malas.
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