Siendo Sincero

Siendo sincero, muchas veces quisiera no estar aquí más tiempo. Siendo una persona hipersensible con una fuerte necesidad de cariño esta vida y este mundo me pesan inmensamente. Lo veo todo, lo siento todo, lo pienso todo, lo analizo todo, me doy cuenta de todo y eso era algo bonito pues me daba cuenta de todos los pequeños detalles que la gente hacía y sigue haciendo por mí, pero a la vez es mi mayor suplicio y mi mayor tortura darme cuenta de todo eso, de todo lo que no quiero saber o de lo que preferiría no tener la más mínima idea. Me pesa descomunalmente cargar con todo lo que veo, con todo lo que siento y lo que pienso, cosas que me carcomen y me corroen con el paso del tiempo.

Siendo sincero, estoy cansado. Cansado de ser la persona que soy, de tener que cargar con este cuerpo día con día con una razón dudosa, un motivo intrascendente, sin saber qué es lo que mañana me traerá, sin saber lo qué me depara en mi futuro. Estoy cansado de ser de más, de sentir de más, de pensar de más, la vida no se detiene para nadie y yo necesito un descanso, necesito salir un momento de este rio que me arrastra y me lleva a dónde él quiere. Estoy cansado de vivir, de sobrevivir y de vivir sobre mi pasado, mi presente mente y mi futuro inseguro.

Siendo sincero, soy una buena persona y muchas veces quisiera no serlo. Quisiera poder ser otra persona, alguien a quien le importe menos la vida, lo que le rodea, lo que vive, lo que siente, lo que piensa, lo que piensan de él, lo que pasa a su alrededor, pues si sería una persona desentendida la vida fuera un poco más tranquila, sin problemas, sin dramas, sin estrés, sin tener que pensar una y otra vez cómo he hecho las cosas mal, cómo soy una persona llena de agujeros, cómo tropiezo tanto, cómo me doy cuenta que no sé vivir y que no soy la persona que he querido ser.

Siendo sincero, soy una persona apasionada, soy todo o nada, lleno o vacío, luz o obscuridad. Me apasionan las cosas de la vida y por eso valoro más todo lo que tengo, lo que vivo y lo que me dan, por eso mismo siempre doy de más, siempre soy de más, siempre hago de más y eso duele mucho, duele dejar una parte de mí en todas las personas que conozco y más en las personas por las que caigo por lo que siento hacía ellas. No puedo no darlo todo, tengo una vida, tengo una oportunidad para sentirlo todo, para hacerlo todo, para darlo todo y no quiero perder esa oportunidad siendo una persona menos de lo que soy, dando menos del 101% que tengo para dar.

Siendo sincero, quiero dejarlo todo, todo lo que hecho, lo que he dicho, lo que soy, donde vivo y a quien conozco e irme a un lugar solo, lejos de toda la gente, de toda sociedad, de todo lo que piensa y hace pensar. Quiero paz, quiero tranquilidad, quiero calma, quiero alejarme de los problemas y la gente siempre será un problema, siempre mientras hayan más humanos que humanidad. Quiero poder ser yo mismo y quiero sentirme feliz siéndolo, sin tener que tener a alguien que me acepte como soy o que me tenga que valorar o querer, sólo quiero tenerme a mí y ser una persona más desapercibida por los transeúntes que coinciden con el tiempo y el espacio en el que me encuentro.

Siendo sincero, me gusta ayudar mucho a las demás personas, me gusta ser una sonrisa en un extraño, un «gracias» en un conocido y un «perdón» en un enemigo. No pretendo salvar el mundo, sólo quiero ser una buena persona y, en mi tiempo aquí, tratar de ayudar a cuantas personas pueda y necesiten de lo que tengo para dar. No quiero una estatua, no quiero un premio, no quiero un reconocimiento, solamente quiero sentirme parte de la humanidad, del bien que todavía sé que existe, de la revolución contra la deshumanización de nuestros tiempos.

Siendo sincero, pensé que era feliz, que era capaz de poder sentir esa felicidad, pero con la sobredosis de intranquilidad y de turbación soy incapaz de ver más allá de mis problemas y mis faltas como persona. Soy de débil felicidad, la dicha viene y se va de mi vida de la misma manera en la que pasan los autos en sentido contrario, como estrellas fugaces. Son pocos los momentos de verdadera felicidad que he experienciado y siento que eso es gracias a que mi percepción sobre la vida, sobre lo que tengo que ser, lo que tengo que sentir y pensar se ha transmutado a algo que exige y quiere mucho. Siento que mi ser se ha estado echando a perder poco a poco y que la vida se ha vuelto insípida.

Siendo sincero, espero que todo esto cambie y que algún día pueda tener esa felicidad que siempre he añorado, pueda ser esa persona que siempre he anhelado ser y pueda sentir todo eso que siempre he soñado por sentir.

SuspirosAlAire

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