La Decisión

Llega el momento, en la vida de cada uno de nosotros, en el que tenemos que decidir qué es lo que realmente queremos hacer con nuestras vidas. Un momento en el que la decisión más importante se postra frente a nosotros y tenemos que elegir entre lo que queremos ser o entre lo que se nos ha dicho que debemos hacer por el tiempo que hemos estado creciendo. Un momento en el que se sigue por el camino que los demás han trazado para nosotros o en el que se comienza una nueva brecha hecha por la brújula de nuestras pasiones y nuestro corazón.

Es un momento, realmente e indiscutiblemente, difícil. Más aún cuando uno nace y crece en una sociedad que impone lo que eres desde antes de que puedas aprender a hablar. Una sociedad que se rige por el dinero, por el estatuto, por el poder, por el nombre de la familia, por los negocios y la falta de entendimiento te dicta qué es lo que tienes que hacer y ser para poder llegar a la felicidad. No tengo nada en contra de lo escrito posteriormente, lo que sí es que la lucha para poder salir de esa corriente puede llegar a ser una carga muy pesada y difícil para la persona queriendo romper con los esquemas, las normas y los parámetros por los cuales se conduce la sociedad. Es difícil ir en contra de todo lo que te han enseñado, de todo lo que has vivido, de todas las memorias que tienes, pero es necesario llegar a quebrantar todo lo que creemos que sabemos (o se nos ha impuesto mediante nuestra vida) y crear nuestras propias verdades, para así poder escribir nuestra propia historia.

Nuestra percepción siempre ha sido manipulada y moldeada para poder encajar con los estándares impuestos por aquellos que buscan algo de nosotros, que la mayor parte de las veces son meramente para el uso del beneficio de aquellos terceros hacia nosotros, por eso tratar de escapar de esas verdades implantadas sobre nosotros puede parecer una imposibilidad, pero por algo se nos dio libertad y voluntad, para poder llegar a nuestras propias conclusiones. Por eso es fundamental seguir lo que nosotros mismos sentimos, aunque esto nos lleve a desmentir hasta nuestros ideales más internos, todas aquellas ideas cimentadas desde el principio de nuestras vidas. Todos somos distintos y existe la necesidad de diversificarse y no seguir el trayecto ya marcado, pues mucho nacemos con una sed insaciable de búsqueda, una búsqueda fuera de lo que conocemos como nuestra realidad.

Es crucial entender que el camino delante de nosotros no tiene que estar trazado y que nosotros necesitamos hacer nuestro propio camino, por más que éste mismo se aleje de la realidad en la que vivimos. Al seguir la vía predispuesta nos espera lo que puede ser una estabilidad económica, que puede traer consigo una inestabilidad emocional. En otras palabras, ese camino te puede dar todo lo que "necesitas" pero cabe la posibilidad de seguir sintiendo ese vacío al no seguir todo aquello que tú sientes que quieres hacer, aquello que te llama a ti, aquello que te hace ser tú a ti mismo, aquello que te apasiona, que amas, que te hace querer seguir viviendo.

Para mí el momento llegó y la decisión ha sido la más difícil de mi vida. Decidir por dar la vida por la humanidad, por ayudar al humano a restaurar su ser me va a alejar de todo aquello que tengo, de mi familia, de mis amigos, de la idea de tener una pareja, al dinero, a un trabajo "normal", pero creo yo que todo aquello de lo que me alejo me va a ayudar a ser más fuerte, a conocerme más, a ser más independiente, a realmente dejar salir al ser que está dentro de mí, que árduamente quiere salir de mí. Tal vez y no es la mejor opción para toda la gente que me rodea, pero para mí es verdadero, para mí es algo que siento, es un fuego incontrolable que habita dentro de mí y ya no puedo resistir más esa atracción casi gravitacional por ser la persona que quiero ser, aunque esto signifique dejar a un lado todo lo que tengo.

En fin, tú tienes el control de tu vida, no dejes que nadie te diga qué hacer, cómo comportarte o cómo vivir, pues al fin y al cabo tú eres la persona que va a vivir tu vida, así que vívela a tu manera, haz lo que tú quieras y sigue lo que tu corazón anhela. Vas a tener que ser fuerte, vas a tener que remar a contracorriente, vas a tener que alejarte de la gente que tienes cerca, pero todo esto valdrá la pena pues te aseguro que esos sacrificios te llevarán más cerca a ser la persona que quieres (y estás destinada a) ser. Confía en ti, tú que todo lo puedes hacer, que eres una persona increíble, jamás dejes que nada, ni nadie (incluyéndote) te detenga.


Comentarios

Unknown dijo…
Qué poder tan bonito que tienes al escribir.
Sigue así, hoy y siempre.
Te deseo lo mejor.

Desde la otra órbita otra escritora buscando su lugar.
💕