Dos Años Después

Les quiero compartir algo que he estado viviendo estos dos últimos años. A lo largo de mi vida, siempre he tenido la idea de dar a los demás todo lo que me sea posible. Ya sea que les de mi tiempo, mis palabras, mis consejos y de más, siempre había estado viendo qué tanto podía yo dar a los demás. Ya había donado sangre varias veces, plaquetas, dinero, mi tiempo (un verano en Chile ayudando en varios colegios), mi ropa y de más cosas materiales que ya no quería y solamente había una cosa que aún no había donado... mi pelo.

Hace dos años se me vino esta idea a la mente, quería donar mi pelo. Jamás en la vida había dejado que mi pelo creciera más de 10 centímetros, primero porque en la escuela lo tenía que llevar corto, luego que mi familia me decía que se veía mal tener el pelo largo, luego otros comentaban que un hombre con pelo largo no era más que otra mujer y así la lista iba creciendo. Siempre había una razón por la cual yo debía cortarme el pelo, siempre algo me frenaba a dejarme el cabello más largo de lo que acostumbraba, hasta que la idea de donarlo llegó a mí.

Desde un principio la idea fue criticada y descartada por parte de mi familia, yo estaba loco al pensar que me podía dejar crecer el cabello más de 30 centímetros. Ningún hombre en mi familia lo había tenido más largo de lo dictado por la sociedad y si yo iba a hacer eso iba a tener que luchar contra sus comentarios, sus miradas y sus chismes a mis espaldas, pero había una fuerza mucho más grande detrás de mí, que me decía y me repetía que debía de dar el regalo más grande que iba a dar hasta este día.

Decidí que sí me iba a dejar crecer el cabello hasta poder donarlo y comencé la batalla contra todas aquellas personas que querían que desistiera a mi misión. Dos años peleando contra una familia entera es muy difícil, no es nada fácil y más cuando te llegan amenazas que cuando estés dormido te lo van a cortar. Me fue difícil y más porque yo sabía que ese regalo hermoso que yo estaba creciendo, estaba recibiendo muchas críticas, malas vibras y comentarios desalentadores, después de todo mi pelo iba a retener todo lo que le dijeran y no quería regalar algo que estuviera cargado de negatividad, al fin de todo quería poder dar un pelo que pudiera ayudar a la persona que lo recibiera.

Empezaron a caer los comentarios: "te ves mal", "se te ve horrible el pelo así", "a mí no me gusta tu pelo", "pero que feo estás", "deberías de cortártelo ya", "no puedo verte así", "hazte un favor y quítate eso de la cabeza" y así entre muchos más. Cada comentario lo trataba de cancelar yo diciéndole cosas buenas a mi pelo, inyectándole todas las vibras positivas que pudiera, pero a veces era muy difícil escuchar las cosas que me decían mis familiares cercanos, pues los quieres y éstos no te apoyan en lo que quieres hacer. Yo trataba de hacer caso omiso a sus críticas, pero uno aguanta hasta tanto y muchas veces me hicieron dudar sobre lo que estaba haciendo, empujándome al borde de mi misión.

Hoy, después de dos años, me llegó el momento para cortarme el pelo. Estuve a punto de faltar a mi cita, pues llegué a tenerle un gran cariño a mi pelo, que es mío, que me tardé dos años en crecerlo, que había vivido tantas cosas conmigo, pero estando ahí me tranquilizó pensar en la persona que iba a recibir no solamente mi cabello, también mis experiencias, mis memorias, mi vibras, mi ser y seguí adelante. Fue algo difícil ver como me cortaban aquello que me había acompañado por tanto tiempo, pero a la vez fue quitarme un peso de encima (literalmente).

No me dejé llevar por lo que me decía la gente que me quiere, no me dejé llevar por los comentarios de los que conozco, ni por las caras de los que me veían pasar, pues dentro de mí era más fuerte el acto de donar que cualquier crítica que se me diera. Espero que tú, quien me lees, no pares por lo que diga el mundo, espero que hagas todo eso que tú quieres hacer, que ayudes, que des y que nunca dejes que nada ni nadie te detenga.

Aquí les comparto las fotos del antes y el después.


Quería compartirles mi historia para ver si alguien más quisiera hacer algo por los que están cerca de ustedes. Mi pelo será donado a una institución de niños con cáncer y me siento my feliz al saber que una persona que no puede sentirse normal, por no tener cabello, ahora se va a sentir bien y feliz con mi pelo. Estoy feliz de poder compartir esto con esa persona y pronto me tocará conocer quién se va a quedar con mi donación.

Por mientras les dejo esta publicación y dentro un rato actualizaré esto con la foto del niño/a a quien le done mi cabello.

Comentarios